Saber

A mind teeming with wisdom, every crevice showing knowledge.

Los seres humanos somos interesantes, somos el único animal sobre la tierra que puede discernir el bien o el mal, que tiene valores, dirección, sueños y ambiciones - somos únicos e irrepetibles (al igual que el resto de los animales) pero esa amalgama de variables nos hace realmente un milagro de la vida.

En ese camino, desde la placenta hasta la tumba - aprendemos muchas cosas, y creemos que sabemos otras.
Sabemos que debemos ahorrar, pero nos gastamos lo que no tenemos para impresionar a los demás y no tenemos prioridades.
Sabemos que debemos hacer ejercicio, comer bien, controlar el alcohol y no fumar por nuestra salud, pero preferimos no entrenar, abusar del alcohol y fumar porque nos hace sentir bien en el momento.
Sabemos que nuestras acciones repercuten sobre las personas que amamos, sin embargo preferimos hacer lo que se nos viene en el momento sin pensar en las consecuencias.
Sabemos que el tiempo con nuestra familia es limitado, pero cuando estamos con ellos le damos nuestra atención a extraños en redes sociales.

Este falso conocimiento es el peor de los vicios, porque nos impide ser mejores, nos impide ver las cosas más allá del momento y nos engaña haciendo pensar que el resultado de las acciones que tomamos es culpa de otros y que nosotros “estamos bien”.

No es culpa mía que la tarjeta de crédito esté al tope - la vida en Panamá es muy cara y mi salario no me alcanza, yo sé que tengo que ahorrar
No es culpa mía que tengo 25 lbs de más - es que no tengo tiempo para entrenar, yo sé que tengo que hacer ejercicio
No es mi culpa que me diagnosticaron hígado graso - es que mis amigos son “muy chuposos, yo sé que tengo que controlar el alcohol
No es mi culpa haber traicionado a mi pareja - es que la otra persona nunca paró la situación, yo sé que debo respetar a mi pareja

El momento en que comencemos a tomar responsabilidad sobre nuestras acciones y las cosas que hacemos diariamente, este es el momento en que nuestra vida va a cambiar.

La única manera de lograr esto es a través de la introspección, aceptando que no eres perfecto y que eres el único responsable de lo que ocurre en tu vida, no tus padres, no la situación, no tu pareja o amigos - tú.

Esto es algo que ya “sabemos”… ¿pero realmente aplicamos?

¿Cuándo se supone que vamos a tomar responsabilidad sobre las cosas que hacemos?
¿Cuándo se supone que vamos a empezar a hacer las cosas bien?
¿Cuándo se supone que vamos a empezar a prestarle atención a lo más importante?

Sabemos que el tiempo pasa y que “estamos aquí prestados” pero nos comportamos como si fuéramos a vivir para siempre.
Sabemos que el tiempo no regresa, pero amamos perderlo en distracción.
¡Sabemos, Sabemos, Sabemos…!